En Rumanía, tanto los ortodoxos como
los católicos, pintan huevos para poner luego en la mesa de Pascua.
Hay varias leyendas cristinas que explican por qué se pintan los huevos de
Pascua. Una de ellas relata que la Virgen María, que vino a ver a su hijo
cuando estaba en la cruz, puso una cesta llena de huevos al lado de la cruz y
estos se pusieron rojos por la sangre que goteaba del cuerpo de Cristo.
En la celebración de la Pascua, los huevos se llevan a la iglesia, donde son
bendecidos, y tras la ceremonia ya pueden ser consumidos.
En muchas zonas del país los fieles
chocaban los huevos mientas repetían la formula “Hristos a Inviat”(Cristo ha
resucitado) a lo que el otro responde mientras choca su huevo“Adevarat a
Inviat” (verdaderamente ha resucitado), esa formula también es el saludo
tradicional desde la pascua hasta Pentecostés.
A veces se dice que quién rompe su huevo al primer choque tendrá suerte ese
año, en otros lugares se dice justo al revés, que quién no lo rompe tendrá
suerte. Sea como fuere, es una tradición que nos deja miles de pequeñas obras
de arte, tan frágiles como un huevo de gallina.
Hoy, Luca y su familia han compartido con nosotros los huevos de Pascua que habían decorado en su casa.
¡Muchas Gracias!
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